#8 Ethereum: ni contratos, ni inteligentes
Aunque se suele utilizar la expresión "smart contracts", hoy descubriremos en que consiste realmente Ethereum
¡Hola! Soy Isaac González, profesor de informática y estudiante de doctorado en Blockchain.
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Disclaimer: esta newsletter no es asesoramiento de inversión, sólo tiene como objetivo la divulgación y opinión. Realiza tu propia investigación antes de invertir.
¿Qué está pasando?
Antes de nada: ¡Feliz año nuevo! Como ya te has dado cuenta me he tomado vacaciones en navidades. Han sido para todos unas navidades excepcionales, qué os voy a contar que no sepais. También ha sido y está siendo un tiempo sumamente excepcional para el tema de esta newsletter. Todo el mundo se pregunta ¡¿qué c*** está pasando!?
Por si no lo has seguido, desde la última edición de Consenso del 20 de diciembre, Bitcoin casi ha duplicado su precio y Ethereum ha más que duplicado su precio. En el mundo de la inversión de acciones un 10% anual es una buena inversión, lo que en un mes supone menos del 1% de revalorización. Ahora imaginaos lo que es subir un 100% en 21 días. ¡Sencillamente increíble!
¿Por qué está subiendo así? Respuesta corta, nadie lo sabe. Respuesta larga, nadie lo sabe pero se apuntan varios factores: como la impresión desmesurada de dinero y la consiguiente inflación, la entrada en masa de inversores institucionales debido entre otros a la falta de oportunidades de inversión, el anuncio de Paypal de usar Bitcoin, o de los bancos centrales de hacer sus propias criptomonedas, el desarrollo de nuevos productos como DeFi o la madurez de muchos proyectos con casos de uso más allá de las finanzas. En definitiva, mucha demanda y poca oferta.
¿Es una burbuja? Si explota sí, si no explota, no. Se dijo de Bitcoin que era una burbuja cuando llegó a los $100 partiendo de valer céntimos, cuando llegó a $1000 y también cuando llegó a $20000. Es habitual que lo que sube muy rápido baje muy rápido, como así ha sido, pero no creo que aplique el término burbuja. Un posible indicador de como están las cosas es que aún no llegamos a búsquedas en google similares a las del anterior rally alcista que acabó en el máximo de los 20000.
¿Que nos depará el futuro? Has adivinado, no se sabe, y terminando 2020 y comenzando el 2021 con una turba entrando al Capitolio estamos como para hacer predicciones. Así que yo prefiero no mojarme, pero sí te dejo dos predicciones de gente que sí se moja:
Ambos modelos hablan de un tope alrededor de los 100.000$ para mediados finales de año. Puede ser, también puede valer cero 🤷♂️ No sé si es el mejor momento para entrar, pero recuerda que tienes disponible la guía para empezar en cripto.
No me encanta hablar de predicciones, ni que el precio sea el centro de la conversación, pero la actualidad manda y vosotros también. Algunos me habéis escrito preguntándome qué estaba pasando, éste es un brevísimo resumen. De hecho pensé en hacer la newsletter enteramente sobre ésto pero preferí seguir el plan y hablaros de Ethereum y los mal llamados “contratos inteligentes”.
¡Casi se me olvida! La canción de hoy la elegí por el título y porque siendo un grupo que hace música que suena muy bien, hace un tiempo decidieron separarse y la música dejó de sonar. Todas las fiestas se acaban. 🤔
Ethereum: ni contratos, ni inteligentes
A diferencia de Bitcoin, sí conocemos quién ha creado y todavía lidera Ethererum: Vitalic Buterin. Hijo de un informático y con un alto coeficiente intelectual destacó precozmente en el incipiente ecosistema cripto. Con tan sólo 20 años se atrevió a decir que los programadores de bitcoin estaban limitando las funciones y por tanto el potencial que podría tener. Al ver que la comunidad no respaldaba su ampliación de funciones, Vitalik escribió un white paper describiendo lo que sería Ethereum. Con ese documento descriptivo y un pequeño grupo de fundadores se lanzó a un proceso de pre venta a aproximadamente $0.30 cada Eth (la moneda de Ethereum), con el que consiguieron en total unos $18 millones. Con ese dinero pudieron desarrollar Ethereum, que todavía hoy sigue mejorando pues estamos en transición a la segunda versión, Eth2.
En la segunda edición de Consenso describíamos brevemente en que consistía Bitcoin. Te refresco la memoria. Bitcoin es un libro contable que está en muchísimos ordenadores a la vez, que se ponen de acuerdo mediante un algoritmo de consenso. Por tanto, yo te podría enviar “dinero” a tí, simplemente la red de ordenadores me resta de mi cuenta la cantidad que quiero enviarte y te la suma a ti, menos la pequeña comisión para pagar a la red. Como una transferencia en el banco, pero sin banco.
Es decir, Bitcoin puede sumar y restar. Pero Vitalik pensó que sería muy poderoso que también pudiese multiplicar, dividir y hacer cualquier operación que permita un código informático. Es decir, Ethereum ejecuta un código informático en muchos ordenadores a la vez. De esta forma se asegura que ese código se ejecutará tal y como ha sido programado, y ni siquiera las personas que lo han ejecutado pueden pararlo. Ese código es lo que se llama una aplicación descentralizada (Dapp).
Así se define Ethereum en su propia web:
Ethereum es una plataforma global de código abierto para aplicaciones descentralizadas.
Ethereum permite escribir código que controla el valor digital, funciona tal como se programó y al que puede accederse desde cualquier parte del mundo.
Pongamos un ejemplo. Imagínate que existe una ley que dice que si tu vuelo se ha retrasado entre 2 y 10 horas, la compañía debe hacerte un descuento del 50% en el precio que has pagado por el billete. Tu has comprado tu billete y tu vuelo se ha retrasado 3 horas. Seguramente hoy en día, el proceso sería poner una reclamación, interambiar emails y pasar las 12 pruebas de Asterix y Obelix para que te den ese 50%. El que realiza el proceso es el menos interesado en que se lleve a cabo. Si existiese una Dapp para hacer el pago, podría retener ese 50% y en caso de que el vuelo no se retrase se lo entregue a la compañía y si se retrasa te lo entregue a ti. El proceso se realiza independientemente de las dos partes. Incluso si la aerolínea ha escrito el código y está bien escrito, no podría cambiar ya su ejecución pase lo que pase.
Ese es sólo un ejemplo, pero si lo generalizamos, la novedad que trajo Ethereum fue la posibilidad de llevar un acuerdo entre partes a un código que se ejecutará sí o sí. De ahí que popularme a ese código se le llame Contrato Inteligente (Smart contract). Pero no tiene que ser necesariamente un contrato, puede ser muchas otras cosas. El propio Vitalik al lanzar Ethereum decía que los usos a los que se le daría eran muchos y difíciles de preveer. Y lo de inteligente, creo que responde más a la moda de usar smart para todo, porque si algo es ese código sería de ejecución asegurada, no inteligente.
Otro ejemplo. Ethereum tiene una funcionalidad llamda ERC20, que permite facilmente la creación de un token, es decir, de una criptomoneda. Si quieres tener tu propia criptomoneda puedes. Sólo necesitas programar el smart contract adecuadamente, y una vez ejecutado, cualquier persona podrá comprar y vender tu token sin que tú puedas pararlo. Si quisieras hacer esto en el pasado, crearías una página con cuentas de usuario en las que mostrarías los tokens que tiene cada usuario, pero si un día desapareces y cierras la página, se acabó, esos tokens ya no existen. Con Ethereum se evita que los usuarios tengan que confiar en tí, los tokens en Ethereum existirán sí o sí, con las normas descritas en el contrato.
¿Se han creado muchos tokens ERC20? Sí, muchísimos, y algunos de ellos con grandísimo éxito. Échale un ojo a la lista, está valorada en $80 mil millones.
Quizá te estés preguntando. Ya no tengo que confiar en la otra parte pero sí en Ethereum. Es cierto, pero el código de Ethereum es abierto así que cualquiera puede auditarlo, incluídos especialistas en la materia. Pero no sólo eso, todas las transacciones y el código de los contratos también es público en la blockchain de Ethereum. ¿Quieres ver un ejemplo? Aquí tienes el código del token llamado “Link”.
Es innegable que la rentabilidad de los que invirtieron pronto en Ethereum es espectacular, ya que han multiplicado por 150 su inversión en sólo 5 años. Puede haber una burbuja y una sobrevaloración de precio, puede. Pero también puede haber una infravaloración del impacto social de una herramienta que aporta confianza sin necesidad de un tercero. En cualquier caso, yo trato de que el precio no me impida ver el valor.
El patrocinio inverso de esta edición es para: La Bonilista
David Bonilla es probablemente el informático gallego más conocido del mundo. En parte gracias a su newsletter semanal que ya supera (ojo!) las 500 ediciones. Conozco a pocos informáticos que no sean subscriptores de la bonilista, y yo mismo soy un “tarugo” más desde hace muchos años. Con contenido que va más allá de lo puramente técnico es una buena recomendación no sólo para informáticos y una referencia imprescindible tanto a nivel técnico, empresarial y comunicativo.
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